miércoles, 29 de diciembre de 2010

TRIÁNGULO EQUILÁTERO


Se llevó un sonador hasta la nariz para terminar de depurar la higiene de su cuerpo antes de dormir. Primero de poder usarlo, percibió un olor. Era un mocador aromático, y lo fragante del pañuelo le resultó conocido, pero no lo reconoció. Era un aroma pasado, casi olvidado. Durante un prolongado rato, arrimado a su cara, mantuvo el oloroso foco de ese registrado olvido. ¿Era en verdad un olor?¿Sería tal vez un sabor mutado en olor? ¡Qué descuido el suyo! Decididamente era una grandiosa sensación que una mujer le había legado.¿Qué otro mortal pudo ser? ¡Sabor y olor! Entonces, evocó a una chica que era un manjar sideral. La fuente de ese perfume era una dama que accedió a su vida por los orificios sensoriales, se incorporó a él por todos los resquicios de un cuerpo bienmandado y gobernable. Recordó que la totalidad de sus poros le otorgaron la oportunidad de esclavizarlo. ¡Hizo todo por respirarla, y por paladearla! Ella le concedió un dejo profundamente desbordado, y cómo era tan suntuoso, renació con espontaneidad y con una abundante voluntad. ¿Cómo pudo olvidarla por tan prolongado tiempo? No se trataba de una mujer divinizada en la lejanía y ridiculizada en la cercanía, ella en la lejanía causaba un acceso de culpa por no halagarla. En su cercanía sólo se podía sentir vergüenza. Una vergüenza malsana inducida por el sentimiento de desventaja más amplio jamás existido. De manera fulminante, inició a descifrar el gusto que estaba percibiendo. Era un gusto adherido a una zona individualizada. Era el sabor del legítimo triángulo equilátero, de la mayor perfección delimitada. Era el regalo delicioso de su flor, del capullo de brotes magníficos, y la esencia mejor envuelta y acendrada. Madre de la semilla del placer. El universo de la gloria y el orgasmo, enriquecido por deseos filosóficos y también por el anhelo de pureza carnal y artística. Un sabor que adiciona lo que aún no se ha conocido y que lleva el deleite a su apogeo.

domingo, 26 de diciembre de 2010

MOLESKINE IV

- Qué común es estar a favor o en contra de una filosofía aparecida en un momento de irracionalidad y pasión.

- Son igual de vitales los besos de labios y suave respiración, que los de lengua y montaraz excitación.

- El valor de la bebida está en la delicadeza y en la liturgia con la que se sirve, pero sobre todo, está en la afectación que provoca su despedida de la botella y en la cortesía con la que saluda al entrar en nuestro cuerpo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

MOLESKINE III


- Antes, cuando no me conocía, vivía un simulacro esperanzador alentado por el deseo de acabar algún día cerca del cielo. Ahora, ya me conozco y dudo que eso pase. Sospecho que soy un coñazo.


- La gente estudia para que lo que piensen sea dimensionado y para que lo que digan sea escuchado por los demás.


- Las articulaciones son las peores acarreadoras de calor. Son un dique que desconecta el indispensable recorrido de energía. Evitan que los músculos trasladen el ardor de la vida por todo el cuerpo. Tengo el muslo encendido y la rodilla fría, la parte ligamentosa tibia y el sóleo caliente.


- No creerse a uno mismo, algo ha de influenciar en la autenticidad de las palabras ajenas.

viernes, 3 de diciembre de 2010

REALIDAD Y REALEZA

Ella tiene un cuerpo ideal, su organismo asocia átomos y moléculas creando una materia viva que resulta ser el centro sobre el que todo el planeta oscila. Una conjunción de elementos primarios que ensamblados han formado la maquinaria humana más perfecta. Es diferente a todos sus supuestos semejantes. Pareciera ser de una raza utópica que sólo alguien heroico pudo concebir. Es una criatura que equivale a la alianza entre lo milagroso en la Tierra y el realismo en la bóveda celeste. ¿La providencia o los malabares de la mente cavilosa e iluminada de aquel que deambula por el altísimo vergel neblinoso lograron que ella atesorara toda la verdad y toda la realeza en su cuerpo?. Eso creo. Fue un orfebre con dedos deificados quien contuvo toda su habilidad hasta el momento preciso, para entonces en ella aislar lo que por su magnificencia inaudita causa vértigo y delirio con tan solo presenciarla, es una fantasía viva, un sueño irrompible. Y el alma, envuelta por tan portentosa obra, la enjoya por dentro porque por fuera nada puede enaltecerla, a la excelencia no.¿O a Dios se le puede adoctrinar o convertir? No. Y yo la encontré, y pude tocar ese cuerpo, porque era el único que había existido en mí. Sólo yo pude tocar esa piel espiritista. Un cuerpo de la realeza por ser el más real. Me encontré con otros cuerpos falsamente perfectos o inútilmente perfeccionados. Cuerpos que pertenecen a la vida pero que nunca protagonizarán mis sueños. Seres que cambian en pocos días en vida y que de tal manera se alejan de ella. Así, instantáneamente, desaparecen. Se ve que la vida es real cuando la muerte llega. Y en ese instante los mortales verán la exclusividad de ella. Los otros cuerpos se agotan bajo el suelo, se extinguen apresuradamente decidan la incineración o la inhumación. En ella, la muerte siente amor por la vida y el alma lo siente por el cuerpo. Cuando el cuerpo ya no se sostiene, el alma lo asiste; el alma no quiere vagar en busca de otro cuerpo, éste es inmejorable, es apolíneo. Y la muerte se siente inexperta para realizar la impracticable empresa de llevárselo. Es un cuerpo estatuario, y como las esculturas, es recio y permanecerá perpetuamente en vida, acompañado por la dulcificada muerte. Un momento eterno en el que la muerte y la vida, el cuerpo y el alma se resisten a separarse, porque la realidad es que son una cosa sola.