- Las resacas no deben ser compartidas con extraños, son algo demasiado íntimo y profundo como para que los demás sean partícipes de su contestatario carácter.
- ¿Por qué habría de dejar la bebida? Es cierto que asusta cuando empieza a tragar sin poder expresar su pretexto: prefiere beber sin un motivo, bebe prometiéndole su espíritu a la bebida. El licor le enseña a enfrentar la vida, no embriagándolo: lo hace cuando en su interior hierve el vacío que la parte demoníaca del alcohol le lega.
-La vida no es conocer, crear y producir. En la vida hay que sentir para averiguar qué queremos obtener. Mi trabajo es apreciar una ducha como la causante de mi reflexión y mi obligación es amar a la cama por la oportunidad que me convida de dormir a tu lado.
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